Mayormente las personas sienten una atracción por Los tatuajes, ya que están estrechamente relacionados con los simbolismo en la historia de la humanidad, su estética o su composición.
Existen motivos muy marcados que predominan el interés de llevar una imagen en el cuerpo, uno de ellos es de enfatizar una propia identidad del sujeto y la otra de inmortalizar recuerdos en formas gráficas, no solo momentos que hayan representado un estado de felicidad, si no también aquellos que hayan provocado alguna huella emocional.
Mas allá de motivaciones sentimentales que nos lleven a tatuarnos también hay un sin fin de motivos para que las personas adopten esta tendencia que no solo ha estado entre nosotros desde hace algunas décadas si no de hace miles de años atrás, un ejemplo muy claro es en que los hombres necesitan reafirmar su permanencia a un grupo social o económico en especifico, y las mujeres en un numero importante lo hacen con un fin estético.
No obstante el ritual de marcar nuestra piel hasta el final de nuestra existencia tiene un valor agregado al sentirnos únicos, diferentes hasta el punto de canalizar muchos aspectos de nuestra personalidad, convicciones o valores.
Un punto muy importante del tatuaje puede llevar hasta ser un método terapéutico, como la cobertura de alguna cicatriz o defecto en la piel que nos cohíba de sentirnos a plenitud sobre nuestro cuerpo, puede ser hasta la reafirmación de nuestros valores personales.
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